Las mujeres (no) emprenden

1 de cada 4 empresas creada en España es fundada por mujeres.

Dicho de otra manera: el 25% de las empresas creadas en España lo son por mujeres.

A 1 de enero de 2024, las mujeres representan el 51% de la población española (datos INE).

Esta desproporción flagrante se llama BRECHA EMPRESARIAL.



Ante semejante panorama no es de extrañar que a pesar de que 6 de cada 10 mujeres cambiaría de trabajo y a muchas les pica el gusanillo del emprendimiento… pocas dan el paso.


duras verdades del emprendimiento femenino

Llevo tiempo buscando datos que arrojen luz sobre porqué las mujeres no damos el primer paso, para analizar con datos objetivos cuáles son las dificultades que enfrentamos.

Me decepciona enormemente haber encontrado tan poco. Ni a nivel estatal, ni periodístico...

De lo poco que hay, encuentro el mapa del emprendimiento de SOUTH SUMMIT interesante: al menos hay un estudio demográfico del emprendimiento desde diferentes perspectivas con una serie histórica relevante. 

Entre otras cosas es revelador que el acceso a fondos privados (bancos) es significativamente menor para las mujeres emprendedoras en España vs para los hombres.

También lo es la “ tipología del equipo fundador de una start up”.

El 35% son equipos mixtos.

El 60% son solo hombres.

El 6% son solo mujeres. 

Ojo!! al dato porque el número de startups fundadas solo por hombres es 10 veces mayor que el de solo mujeres.

Es chocante y nos obliga a confrontar que las mujeres no llegan ni siquiera a ponerse en línea de salida.

Formar parte del ecosistema emprendedor es dibujar el futuro de la economía. Y las mujeres no pasan el primer corte. Un grupo que representa el 51% de la población no participa en la toma de decisiones en materia de innovación, no elige los proyectos en los que se invierte ni cómo se hará.

Las que sí lo han hecho apuntan a las dificultades de acceso a la financiación como razón #1, a la poca conciliación como razón #2.

Se trata de un problema de sociedad: es un fallo estructural que pesa sobre su conjunto.
— Rosalia Gandaio

La tarea de emprender para las mujeres es tediosamente dura. 

Sólo revertimos esta situación cambiando la educación y formación desde la escuela, los medios y las familias: Que les decimos a nuestras niñas “si quieres puedes!” pero no nos lo creemos ni nosotras. 

Hacer esos cambios es una tarea de grupo ambiciosa que toma tiempo: llevamos años dando pasos para revertir la desigualdad de género. Veo que en materia de igualdad REAL en el mundo de la empresa estamos estancadas y sin mejoras significativas desde hace unos 15 años… y se me está haciendo larguísimo el camino, tengo prisa por llegar. Por mí, y por mis hijas: que dentro de 4 años la mayor tendrá 18 años. Si desde las instituciones no se ponen las pilas, me las pongo yo y les enseñaré con el ejemplo.

Con 17 años mi padre murió cayendo desde una altura considerable y desde entonces tengo miedo a las alturas. Hace 3-4 años me di cuenta de que había transferido ese miedo a mis hijas: no quiero que les pase a ellas, así que cuando hay un teleférico o algo en alto, me subo también. No les escondo que estoy confrontando mis miedos: porque eso es la valentía. Tener miedo y aún así seguir adelante.

Acostúmbrate a ser tu prioridad #1

Con el emprendimiento pasa lo mismo. Da miedo, es un camino incierto porque eres tú quien construye el camino; sobre todo si te aventuras en territorio nuevo y sin explorar. No existe la hoja de ruta perfecta, resuelta y con todas las dudas despejada; Sólo un horizonte al fondo que te empuja a seguir adelante.

Al tomar la decisión de emprender tu entorno proyecta en tí sus miedos, como yo lo hice con el vértigo a mis hijas. Te dirán si te irá bien o mal para ocuparte de tu familia… sean peques, mayores, tu pareja, la casa, el perro… la cuestión de fondo es adaptar tus horarios a los de aquellos a los que vas a cuidar. Cuando lo haces así, tu prioridad queda a la cola de esa infinita lista de tareas que son los cuidados (¡por otra parte tan necesarios!) porque somos las únicas en lidiar con ella. Y te ves cubierta de obligaciones para con los demás, incapaz de hacer frente al mismo tiempo a los requisitos de emprender.

La verdad es que los cuidados son necesarios, no seré yo quien te diga que los olvides. Pero eres la única capaz de romper la cadena de dependencia diciendo “hasta aquí”. Pasar a ser tu prioridad #1. Si ese momento de revelación ha llegado ya a tu vida, no lo dejes pasar.

Te propongo que hagas de tu capa un sayo: actuar con absoluta libertad sin dar cuentas a nadie por tus decisiones.


Es la única manera de dar el primer paso. Y confiar en que todo lo demás se irá colocando en su lugar.

Rosalia

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